LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES 25 DE ABRIL


La revolución comienza por las 22h55 del 24 de abril, con la muy conocida canción "E depois do Adeus", de Paulo de Carvalho, transmitida por el periodista João Paulo Diniz de la radio "Emissores Associados de Lisboa" y en el día 25 de Abril, a las 0:25 horas, la Rádio Renascença transmite Grândola, Vila Morena, una canción revolucionaria de José Afonso, prohibida por el régimen. Es la segunda señal pactada por el MFA para ocupar los puntos estratégicos del país, mediante una serie de coordinaciones fijadas por un puesto de mando establecido por el capitán Otelo Saraiva de Carvalho en el cuartel de la Pontinha en Lisboa.
Seis horas más tarde el régimen dictatorial se derrumba en tanto a partir de las 01.00 horas del 25 de abril las guarniciones de las principales ciudades (Porto, Santarém, Faro, Braga) deciden seguir las ordenes del MFA, ocupando aeropuertos y aeródromos, así como tomando las instalaciones del gobierno civil. De hecho, fuera de Lisboa la situación discurre con sorprendente calma, en tanto a lo largo de la madrugada las autoridades del Estado Novo pierden el control del país sin resistencia.
A pesar que desde las 03.00 horas del 25 de abril se emiten continuos llamamientos radiofónicos de los Capitanes de Abril (los oficiales jefes del MFA) a la población para que permaneciera en sus hogares y a la policía para no oponerse a las actividades de las tropas, al amanecer de ese mismo día miles de civiles portugueses ganaron las calles en varias localidades, mezclándose con los militares sublevados. En el transcurso de la madrugada los militares rebeldes ocupan los aeropuertos internacionales de Lisboa y Porto, ordenando el cese de los vuelos en todo el espacio aéreo portugués. Unidades de la marina de guerra se adhieren a la revuelta y toman el control de los puertos del Atlántico y de las Azores. Si bien al inicio las tropas de la aviación se mantienen indecisas, aceptan seguir al MFA debido a la decidida actuación de las tropas del ejército.
Uno de los hitos de aquellas concentraciones fue la marcha de las flores en Lisboa, caracterizada por una multitud pertrechada de claveles, la flor de temporada, siendo que en su ruta hacia los puntos claves de Lisboa unos soldados pidieron claveles en el puesto callejero de una florista, para colocarlos en sus fusiles, como símbolo que no deseaban disparar sus armas. Ese es el origen del nombre dado a esta revolución. Al empezar la revuelta en Lisboa las tropas rebeldes ocupan las instalaciones de la Radio Nacional, y del Radio Clube Portugues, a partir de las cuales emiten sus comunicados.
Las acciones militares fueron protagonizadas también por el capitán Salgueiro Maia que, al frente de las fuerzas de la Escola Prática de Cavalaria salió de Santarém para marchar sobre Lisboa. Allí logró la adhesión de más tropas y con ellas ocupó Terreiro do Paço a primeras horas de la mañana del día 25, luchando por mantener el orden, evitar desmanes de civiles, y convencer a las tropas de la capital que aún se hallaban en duda ante los sucesos.
El profesor Marcelo Caetano se refugió con sus ministros en el cuartel del bairro do Carmo, en Lisboa, que fue cercado por el MFA a las 08.00 horas del 25 de abril apoyado por una multitud de manifestantes. Caetano discutió con el capitán Salgueiro Maia, quien dirigía a las tropas sublevadas del Carmo, y que le presentó un ultimátum para abandonar el gobierno. Tras vencer a las 16.00 horas el ultimátum para la rendición del gobierno, Caetano pidió a Salgueiro Maia rendirse ante un oficial de alta graduación, a lo cual accedió Salgueiro.
Para ese fin se dio aviso al general Antonio de Spínola, uno de los jefes del MFA en el cuerpo de caballería, quien acudió al Cuartel do Carmo para recibir la rendición de Caetano a las 17.45 horas. Caetano capitulaba "para evitar que el poder caiga en la calle" y fue sacado con sus ministros en un transporte de tropas Bravia Chaimite a las 19.00 horas, en medio de la multitud en las calles, para ser mantenido bajo arresto. Casi inmediatamente Caetano y sus ministros partieron al exilio en Brasil.
No obstante que los jefes del MFA insistieron en que deseaban evitar violencias, la revuelta provocó 4 muertos ocasionados por los disparos de algunos agentes de la PIDE, la policía política, contra manifestantes civiles a las 20.00 horas en un esfuerzo de resistir al golpe de estado. La ausencia de apoyo al régimen entre las Fuerzas Armadas causó que la policía política se rindiera poco después, al ser inviable oponerse por la fuerza a una revuelta militar masiva.
A las 01.00 horas del 26 de abril la televisión y la radio estatales presentaron a los miembros del MFA encabezados por Spínola, que ya habían asumido el control de todo el país y que estarían encargados del gobierno a partir de entonces.






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