Rebelión YA

          Hoy nos desayunamos con la realidad que tanto nos temíamos, el Gobierno del P.P, no se dedica a gestionar el bien común. No son reformas lo que hacen, estas les importan tres cominos, estas y la economía del País.

En las últimas décadas vimos como una generación de trabajadores, de martillo o de cuello blanco, negociaban convenios, subían sus salarios -los suyos y sus compañeros-  llevaban a sus hijos a la Universidad,  se compraban un coche, un piso, y lo pagaban. 

Ya sin deudas, muchos de ellos salían de vacaciones, pero estos osados no se conformaban con irse a su pueblo, se cruzaban con caciques y empresarios herederos del antiguo régimen en hoteles y restaurantes. 

Algunos hasta llegaron a concejales y arreglaron sus pueblos, haciéndolos habitables, cambiando calles de tierra y solares -consecuencia de la especulación- por avenidas y parques. Los empresarios en la joven democracia , gentes de derechas los respetaban, pasando los años esta generación fue desapareciendo. algunos en política se hicieron empresarios o simplemente negociantes. Otros sindicalistas dejaron de trabajar y liberados pasaban los días en el sindicato, -con el tiempo fueron unos desconocidos para aquellos que decían representar-, y en este ambiente llegaron las corruptelas las subvenciones de Europa y su aprovechamiento por una minoría.

Nadie supo el porque de repente vino la crisis, ni la izquierda ni la derecha, tampoco los trabajadores de los que hablo, ellos ya habían pagado sus hipotecas y nunca vivieron por encima de sus posibilidades.

Se fue Zapatero, y el PP se hizo cargo del asunto, pero una crisis mundial, no la arregla un Rajoy, y la derecha europea impuso sus ideas de recortes. En estos momentos  el PP se entretiene con la ayuda de los empresarios y la iglesia española a desmontar el futuro de los trabajadores españoles. Despidos, paro, sueldos de miseria, y leyes que nos quitan los derechos que ya teníamos.
En tanto, los que hicimos la transición y votamos la Constitución ya hemos desaparecido. Si estamos jubilados, y nuestros hijos no molestaran nunca mas a los herederos de los fascistas que ganaron la guerra, se han convertido en insolventes, pobres y posiblemente en mano de obra esclava. Solo nos queda la rebelión.