Un breve espacio de tiempo, de silencio y no apto para el desanimo, me exige volver a opinar. Para ello evito el cabreo y me sitúo donde estaba, en la militancia de la izquierda, en el progreso de y con los míos. El día 2 de Marzo, acerté - a mi pesar- de lo que fue después, un golpe a la ilusión de cambio de millones de españoles. Sigo en la idea, que no es posible, un nuevo gobierno sin la participación del PSOE y Podemos, como bloque vehicular de una mayoría del cambio. Algunos comentan que no hubo negociaciones, que todo fue una sucesión de tácticas, para culpar al contrarío de cara a un nuevo plebiscito. Sea verdad o no, como muchos de vosotros, asistí incrédulo a un espectáculo bochornoso, era una obra peor que Moose Murders, el mayor fracaso en la historia de Broadway, Insultaba en su desenlace a todos los espectadores, menos aquellos votantes del PP que creían que habían asistido a una Opera bufa, vista la sonrisa de los mismos. Pero los actores, unos pro