FINALES DE SEPTIEMBRE
Al margen de una cierta melancolía, producto del cambio que se empieza a vislumbrar, este año hemos disfrutado del veranillo del membrillo. Una suave temperatura, carente del molesto viento del verano, nos traslada tranquilamente a la aventura del otoño. De el se dice que puede ser "caliente". Frió diría yo para los jubilados, funcionarios, mil euristas y parados. En el 2014, unos seremos mas pobres y otros -los menos- mas ricos. Hoy toca recordar Septiembre, olor de frutos maduros, y ruido de fiestas en la mayoría de los pueblos que celebran la recogida de la cosecha. Por cierto, que por mucho se empeñe la Iglesia, el veranillo es del membrillo y no de San Miguel. Las fiestas son de la cosecha y no de la virgen, !!coño que en todo os metéis!!.