LA GOTA MALAYA DE LA REFORMA LABORAL
Escrito por José María Zufiaur domingo, 15 de febrero de 2009 En el inventario de tormentos descrito en 1899 por Octave Mirbeau en el “jardín de los suplicios” se catalogan algunos de los más duros y eficaces, como el cinturón de San Erasmo provisto de púas en el interior y otros muchos que les ahorro. A la violencia sádica de los suplicios de Mirbeau, la “gota malaya” añade su implacable lentitud. Consistente en hacer caer sobre la frente del torturado una gota de agua fría cada cinco segundos, esta tortura a cámara lenta terminaba volviendo locas a sus desdichadas víctimas y reventando a los pocos días su sistema cardiovascular. Casi treinta años después de la aprobación en democracia de la norma suprema de nuestra regulación laboral, el Estatuto de los Trabajadores, cuyos contenidos básicos fueron pactados entre la CEOE y la UGT, en 1979, y tras otras cuatro reformas laborales – en 1984, 1994, 1997, 2002 - la recurrente demanda de otra nueva que flexibilice aún más las relacione